Tanto las remolachas como las acelgas son variedades diferentes dentro de la misma familia de plantas Chenopodiaceas y sus hojas comestibles comparten similitudes, tanto en sabor como en textura. Pegada a sus hojas verdes la remolacha tiene una raíz redondeada y ligeramente ovalada, que es lo que a la mayoría de la gente le viene a la cabeza por la palabra "remolacha".
Aunque la remolacha suele ser de color rojizo púrpura, también hay variedades de remolacha con la raíz blanca o dorada. Existen numerosas variedades de la especie, de las cuales algunas se emplean para la alimentación humana, otras como pienso para ganado, y otras para la producción de azúcar (la remolacha azucarera, Beta vulgaris subespecie vulgaris variedad altissima), como subproducto de la industria azucarera se encuentra la coseta de remolacha. Este residuo industrial es utilizado para la alimentación del ganado principalmente. Algunos de los posibles usos debido a su alto contenido de pectinas es su utilización para la producción de biocombustibles a través de un tratamiento enzimático y su posterior fermentación. Otras Beta vulgaris, cómo la variedad cicla es conocida como acelga que se cultivan por sus hojas. La remolacha, en otras latitudes posee otros nombres comunes como acelga blanca, betarava, betarraga (Chile y Perú), beterava, beterrada (Islas Canarias) y betabel (México).
La remolacha silvestre, es el antepasado de la remolacha con la que estamos familiarizados hoy en día, se cree que se tiene su origen en la época prehistórica en el norte de África y creció de forma silvestre a lo largo de costas de Asia y Europa. En estos primeros tiempos, la gente comía exclusivamente las hojas y no las raíces de remolacha.
Los antiguos romanos fueron una de las primeras civilizaciones que cultivaron remolacha para utilizar sus raíces como alimento. Las tribus que invadieron Roma extendieron la remolacha a todo el norte de Europa donde se utilizaron al principio para la alimentación animal y posteriormente para el consumo humano que se popularizó en el siglo 16.
La popularidad de la remolacha creció en el siglo 19 cuando se descubrió que era una fuente concentrada de azúcar, y la primera fábrica de azúcar fue construida en Polonia. Cuando el acceso al azúcar de caña fue restringida por los británicos, Napoleón decretó que la remolacha se utilizará como principal fuente de azúcar, lo que aumentó su popularidad. Por estas fechas, la remolacha también llegó a los Estados Unidos. Hoy en día los principales productores comerciales de remolacha son los Estados Unidos, Rusia, Polonia, Francia y Alemania.
La remolacha es un alimento del que no deberíamos de prescindir. Es una hortaliza muy energética que es muy aconsejada en casos de anemia, enfermedades de la sangre y convalecencia debido a su alto contenido en hierro, también es rica en azúcares, vitaminas C y B, potasio y carotenos. El azúcar contenido en la remolacha es la sacarosa.
La variedad de mesa es de raíces gruesas, rojas y carnosas, se puede comer en ensaladas o cocida, pero mantiene mejor las propiedades cuando está cruda, tienen una textura crujiente que se vuelve suave. Las hojas de remolacha tienen un sabor amargo similar a la acelga. Si la cueces, hazlo con la piel y se la quitas después, no es aconsejable comprarla envasada pues ha perdido gran parte de sus propiedades curativas. El color se debe a dos pigmentos, la betacianina y la betaxantina, que resultan indigeribles, tiñen el bolo alimenticio, los excrementos y la orina de ese color. Sin embargo, por su atoxicidad se usa frecuentemente como colorante en productos alimentarios.
Las remolachas son particularmente ricas en folatos y ciertas vitaminas del grupo B, como B1, B2, B3 y B6. Por el contrario, la remolacha es, junto con la berenjena o el pepino, una de las verduras con menor contenido en provitamina A y en vitamina C. Las remolachas también tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble. La fibra insoluble ayuda a mantener su tracto intestinal trabajando bien, mientras que la fibra soluble mantiene sus niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados. La remolacha es un alimento de moderado contenido calórico, ya que tras el agua, los hidratos de carbono son el componente más abundante, lo que hace que ésta sea una de las hortalizas más ricas en azúcares. Es buena fuente de fibra.
En relación con los minerales, es una hortaliza rica en yodo, sodio y potasio. Están presentes en menor cantidad, el magnesio, el fósforo y el calcio. El calcio de la remolacha no se asimila como el que procede de los lácteos u otros alimentos que son fuente importante de este mineral. En sus hojas abunda el beta-caroteno y minerales como el hierro y el calcio.
Si te encuentras débil, convaleciente o con anemia te aconsejamos este zumo mágico. Licua una remolacha roja cruda, media manzana, medio limón, una zanahoria y una cucharada sopera de levadura seca de cerveza; tómalo en ayunas.
La remolacha de mesa (también conocida como remolacha de huerto, nabo de sangre o remolacha roja) es un vegetal popular en los huertos caseros. Las hojas (cuello) de la remolacha son una fuente excelente de vitamina A y las raíces (remolachas) son una buena fuente de vitamina C. Las hojas se cocinan y son servidas frescas como verduras, mientras que las raíces o cabezas pueden ser conservadas en vinagre para ensaladas o cocinadas enteras, para después cortarse en rodajas o en trozos.
El principal ingrediente de la sopa tradicional de Europa oriental es la sopa de remolacha. La remolacha cruda se suele comer típicamente en ensaladas pero también puede prepararse cocida o en escabeche. Las hojas que salen de las raíces de la remolacha son deliciosas y pueden prepararse como las espinacas o las acelgas. Son increíblemente ricas en nutrientes como vitaminas y minerales, así como carotenoides como el betacaroteno y la luteína y zeaxantina.
La remolacha, debido a su moderado valor calórico, se puede consumir como ingrediente de ensaladas o de verduras y utilizar en dietas de control de peso, si bien hay que en cuenta la ración de consumo y la condimentación. Además, gracias a su contenido de fibra proporciona una buena sensación de saciedad, lo que limita el consumo de otros alimentos más calóricos. Además, es laxante por lo que combate el estreñimiento y las molestas hemorroides. También es un buen remedio para mejorar la función hepática y para las infecciones en la vejiga urinaria.
La remolacha es apropiada en la dieta de la embarazada gracias a su contenido en folatos. Ésta es una vitamina importante a la hora de asegurar el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación. Su deficiencia provoca en el futuro bebé enfermedades como la espina bífida o la anencefalia. Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños. Por eso, incluirlas en su alimentación habitual es una forma válida de prevenir deficiencias.
USOS MEDICINALES
- Combate anemia.
- Combate estreñimiento y hemorroides.
- Limpia intestinos.
- Excelente constructor de la sangre: interviene en la formación de glóbulos blancos y rojos de la sangre.
- Energética: revitaliza la sangre. Indicada en casos de convalecencia.
- Menstruación: Combate molestias menstruales y regula ciclo...
- Muy útil en la menopausia.
- Nutre funciones fisiológicas del cuerpo.
- Ayuda a limpiar el hígado y la vesícula biliar.
- Depura los riñones.
- Útil para tratar infecciones de la vejiga.
- Para reforzar sistema inmune.
- Previene endurecimiento de las arterias y venas varicosas.
- Sobrepeso: debido a su moderado valor calórico, se puede consumir como ingrediente de ensaladas o de verduras en dietas de control de peso.
- Embarazo: por ser rica en folatos, es muy recomendada en las dietas de embarazadas.
- Ayuda a prevenir el deterioro y envejecimiento prematuro de la piel.
- Ayuda a eliminar el exceso de líquidos del organismo.
ZUMO DE REMOLACHA, PEPINO Y ZANAHORIA
Hoy en día, el estrés y otros problemas cotidianos provocan males tan incómodos como el colon irritable. Este zumo puede solucionarlo.
Ingredientes:
2 Remolachas
2 Zanahorias
1 Pepino
Agua en cantidad necesaria.
Preparación: Licua las remolachas, las zanahorias y el pepino, incluyendo la piel. Tomarlo como mínimo dos veces al día. Es bueno para el colon y limpia el estómago y los intestinos. Si se observan heces rojizas no hay que alarmarse, se debe a la remolacha. No es un remedio inmediato, por lo tanto hay que ser constante.
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