viernes, 16 de enero de 2015

Propiedades del Diente de León

    El diente de león es otra beneficiosa y conocida planta que engrosa la lista de las malas hierbas o maleza, por los jardineros, llamado así por las hojas tan recortadas que posee. Es de la misma familia de la achicoria, las asteráceas, y su denominación científica Taraxacum officinale. Sin embargo se le conoce también con los nombres de argón, corona de fraile, achicoria amarga o taraxacón, entre otros. 

    Es una planta originaria de Europa, pero se ha extendido por todo el mundo encontrándola de manera silvestre a la orilla de los caminos, en prados, pastizales y márgenes de bosques. Al excursionista le resulta muy útil como alimento y de su raíz torrefacta se obtiene un excelente sucedáneo del café y en caso de que sufra un ataque de estreñimiento, como un suave laxante.....


    El diente de león florece casi todo el año, a partir del otoño, y sus flores amarillas resultan muy familiares con la llegada de la primavera. Al madurar, forman un globito blanco, y basta un soplo para que se dejen llevar por el aire. Se aprovechan las raíces, las hojas y las flores.

    Son múltiples las propiedades terapéuticas que posee el diente de león, entre las que se destacan la digestiva, depurativa, diurética, colerética, antiinflamatoria y ligeramente laxante. Adicionalmente a su particular composición química. 

    Las hojas contienen asparagina, saponina, alcaloides como la taraxicina y principios amargos como la cumarina, ambos últimos, responsables de su particular sabor amargo. La composición química de la raíz es tan compleja como variable, según la estación del año. Como producto de reserva se acumula en ella inulina, la cual alcanza sus valores máximos a fines de verano o en otoño. En análisis químicos llevados a cabo en laboratorio han hallado hasta un 40 % de inulina; pero en primavera, cuando la planta ha echado hojas nuevas, aquella cantidad puede descender a menos del 2 %. En su lugar se encuentran sacarosa, glucosa y otros azúcares. 

    Son los principios amargos los que tienen la capacidad de actuar en el hígado y en la vesícula, especialmente en afecciones como el hígado graso, evita la formación de piedras, e incluso ayuda a disolverlas. Es capaz de aumentar de 2 a 4 veces la secreción de la bilis, motivo por el cual es precisamente usada en casos de hígados perezosos al estimularlos, además, de ser muy útil para tratar casos de digestión lenta y estreñimiento.

    El diente de león es una de las plantas que más estimula la producción de orina, debido a su propiedad diurética, actúa favoreciendo la eliminación de líquidos del organismo, ya que estimula la función renal, resultando ser excelente para tratar casos de infecciones urinarias, igualmente es eficaz tanto para la prevención de aparición de cálculos renales o la eliminación de los mismos.

    Ayuda a controlar la presión arterial y retención de líquidos, por sus propiedades diuréticas muy similares a la furosemida pero presentando la ventaja de no eliminar potasio ya que esta planta lo contiene. Además sirve para quitar los cristales de ácido úrico depositados en las articulaciones, por lo que se considera un remedio casero ideal para bajar el ácido úrico y el colesterol, ayudando a controlarlo en afecciones como la artritis, gota, reuma y artrosis.

    Debido a las propiedades aperitivas del diente de león, es muy utilizado para tratar casos de inapetencia. Contribuye a mejorar la anemia, resulta ser un alimento muy nutritivo, siendo importante su aporte de hierro y vitamina.

    En uso externo se muestra muy eficaz para depurar también las impurezas de la piel, debido a su riqueza en betacaroteno, en mayor proporción que en la zanahoria. Además, es efectivo para eliminar verrugas, para ello se utiliza la sustancia lechosa que surge al cortar la raíz, se aplica sobre la verruga dos veces al día.

    El diente de león se engloba dentro de las plantas silvestres comestibles y puede tomarse junto a otras verduras en ensaladas, aportándoles un toque amargo muy sabroso. Mezclada con hortalizas como la cebolla, el apio o la zanahoria en forma de caldo aporta propiedades nutritivas y depurativas al organismo. También se toma como sustitutivo del café, cogiendo sus raíces tostadas y molidas. En infusiones contribuye a calmar los dolores menstruales y premenstruales. Igualmente resulta ideal para apaciguar la ira, la depresión, los celos, la hipersensibilidad y el resentimiento.

    La infusión de diente de león debe prepararse hirviendo un litro de agua mezclado con hojas y flores de esta planta durante 3 minutos. Luego se deja reposar y se cuela la infusión. Es recomendable consumir 2 a 3 tazas diarias. 


    Y si alguien tiene pecas y desea borrarlas, esta hierba mala, que en realidad es muy buena, puede convertirse en su mejor amiga. Se toman 4 hojas medianas de diente de león y se lavan bien. Se pican en trocitos y se combinan con 5 cucharadas de aceite de recino. Se ponen en una sartén esmaltada y se pone a fuego lento por 10 minutos. Apague el fuego y deje macerar por tres horas. Cuele la mezcla y guarde el líquido en una botellita. Masajee el aceite en el área de las pecas y déjelo actuar toda la noche. En la mañana, lave con agua tibia. Repita todas las noches por una semana y vea la diferencia…

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