domingo, 11 de enero de 2015

El Limon

    El limonero, es un pequeño árbol frutal perenne que puede alcanzar más de 4 m de altura, pertenece a la familia de las Rutáceas, del género Citrus. Su fruto es el limón, una fruta comestible de sabor ácido y extremadamente fragante que se usa en la alimentación.

    Este árbol posee una madera con corteza lisa y madera dura y amarillenta muy apreciada para trabajos de ebanistería. Botánicamente, es una especie híbrida entre Citrus medica (cidro o limón francés) y Citrus aurantium (naranjo amargo).

    Forma una copa abierta con gran profusión de ramas, sus hojas son elípticas, coriáceas de color verde mate lustroso de 5 a 10 cm, terminadas en punta y con bordes ondulados o finamente dentados...
Sus flores presentan gruesos pétalos blancos teñidos de rosa o violáceo en la parte externa, con numerosos estambres entre 20 y 40. Surgen aislados o formando pares a partir de yemas rojizas.

    El limón es originario de Asia y fue desconocido por griegos y romanos, siendo mencionado por primera vez en el libro sobre agricultura Nabathae hacia el siglo III o IV. Su cultivo no fue desarrollado en occidente hasta después de la conquista árabe de España, extendiéndose entonces por todo el litoral mediterráneo donde se cultiva profusamente, debido a la benignidad del clima, para consumo interno y de exportación.
Su fruto, posee un alto contenido en vitamina C (501,6 mg/L) y ácido cítrico (49,88 g/L). 

    La vitamina C o ácido ascórbico que posee en abundancia refuerza las defensas del organismo para evitar enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias que van desde un simple catarro, ronquera, amigdalitis, hasta pulmonías, bronquitis, congestiones, gripe, pleuresías, asma etc. De tal manera, que tiene gran poder desinfectante y goza además una acción antitóxica frente a los venenos microbianos y medicamentosos. 

    Junto a la vitamina C se encuentra la vitamina P que ayuda a tonificar los capilares y vasos sanguíneos. Es llamada también vitamina de la permeabilidad capilar ya que sin ella los capilares sanguíneos se vuelven frágiles y peligran romperse con facilidad, provocando pequeñas hemorragias. Ayuda a cicatrizar heridas de todo tipo, aplicándolo interior y exteriormente.

    El limón es muy rico en minerales entre los que se destacan potasio, magnesio, calcio y fósforo (contiene también sodio, hierro y flúor). El potasio, por ejemplo, es un elemento esencial para la vida y beneficioso para el tratamiento de la hipertensión arterial. Cuenta asimismo, con vitamina A, E y algunas vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B5, B6, PP).

    La vitamina B1 (tiamina) favorece el crecimiento, ayuda la digestión, mejora la actitud mental, mantiene el buen funcionamiento del sistema nervioso, previene y cura la enfermedad del beriberi cuyos síntomas son parálisis, edema e insuficiencia cardiaca. Interviene además en el metabolismo de los hidratos de carbono. Esta vitamina en particular además de encontrarse en el limón se encuentra en la levadura seca de cerveza, el arroz integral, la avena, salvado, en la mayor parte de las verduras, leche etc. 

    La vitamina PP (niacina) previene contra la piel áspera, pelagra. Enfermedad que se manifiesta por la inflamación de la piel, mala digestión y alteraciones mentales. Esta vitamina es muy necesaria para conservar la salud de la piel, el aparato digestivo y el sistema nervioso.

    Gracias a sus múltiples cualidades, el limón ocupa un lugar preferente en el mundo de la medicina natural ya que permite una fácil recuperación sin tener que padecer molestos efectos secundarios. Aprenda a elaborar recetas a base de limón, como el vinagre de limón, para cuidar de usted y de su familia y recuperar el tono vital que le ayudará a hacer frente al ritmo de vida al que nos vemos sometidos.

    El limón posee la propiedad de formar ácidos vitalizadores, en un grado y cantidad superior a cualquier fruta conocida ya que mantiene ácido a pesar de alcanzar completa madurez. Con su jugo se preparan excelentes bebidas refrescantes y depurativas, eficaces contra las fiebres, combate los gases y fortalece el estómago, alivia los dolores de cabeza, vértigos y mareos. Fluidifica la sangre haciendo bajar la presión arterial, descongestiona el hígado y lo desintoxica, además combate y expulsa los cálculos de este órgano y de la vejiga. Estimula la alcalinidad sanguínea, neutraliza los ácidos y elimina toxinas, alivia y cura el reumatismo. 

    El limón posee propiedad antiescorbútica, es astringente y antiséptico. Cura la diarrea y la disentería destruye los gérmenes de la difteria, tifus y otros. Combate la tos convulsiva, usando como dentífrico, sólo o con algo de agua desinfecta la boca, purifica el aliento y destruye el sarro de los dientes oxidándolo. Aplicado al cabello elimina la caspa, excelente para las manchas de acné y para el cutis grasoso. 

    Resumiendo, podríamos decir que es un fruto que podríamos definir como medicinal por excelencia ya que actúa como curativo en más de 150 enfermedades, desde favorecer la circulación de la sangre (reduciendo la presión arterial) hasta mejorando la digestión, estimula las funciones del páncreas y del hígado, así como alivia dolores de garganta úlceras de boca y gingivitis.

    En cualquier parte del organismo donde se encuentren las toxinas, ya sea en la sangre, en los órganos, en los tejidos, el limón una vez ingerido acude para combatirlas disolviendo sus acumulaciones y expulsarlas.

    En casos de intoxicación gastrointestinal por consumir alimentos en mal estado o combinar mal los alimentos o digestiones pesadas y malestares del hígado y vesícula, el limón actúa normalizando las funciones alteradas, neutralizando las toxinas y ayudando en su eliminación. Es además un gran consumidor de microbios y el mejor protector contra las enfermedades infecciosas.

    En los casos de fiebre ayuda a eliminarla, oxidando y excretando los tóxicos que no han sido debidamente neutralizados y eliminados. A excepción de la fiebre reumática.

    El limón es bueno en casos de hipertensión, arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares (activando la circulación de la sangre), en casos de diabetes colabora en evitar complicaciones relacionadas con las arterias. Previene la formación de cálculos renales y puede llegar a disolverlos lentamente. 

    Al igual que cualquier medicamento su consumo está directamente ligado a las condiciones física de cada persona pues, si bien es un gran aliado de la salud también su consumo deberá ser restringido frente a situaciones particularizadas que pueda estar padeciendo un individuo, siendo en esos casos su consumo no indicado. 

    Por ejemplo está contraindicado, en casos de desmineralización, descalcificación, anemia, raquitismo, fragilidad de los huesos, inflamación de las encías, dientes flojos y muy cariados, llagas en la boca y garganta, grietas en la lengua, heridas en la piel, edad avanzada o niños débiles, insomnio, acidosis, sensibilidad a los ácidos, estreñimiento crónico, inflamación de la próstata, inflamación de la matriz, vejiga o esófago. Mientras dura el período menstrual, enfermedades de los nervios.

    APLICACIÓN MEDICINAL INFLAMACIONES BUCALES: Se exprime un limón en un vaso con agua tibia, con este zumo se hacen enjuagues varias veces al día, sólo es excelente para encías sangrantes y el escorbuto. 

    REUMATISMO: En un vaso de agua se exprimen 3 limones y se toma el líquido, en ayunas, durante diez días seguidos, después de una semana se reanudará el tratamiento.

    HERIDAS: Debe limpiarse con zumo de limón, aplicando luego una venda, cicatrizan las llagas rebeldes por antiguas que sean.

    ARTRITISMO: El jugo de dos limones, mezclado con dos cucharadas de aceite de oliva se toma en ayunas.

    GRIPE: Limonada caliente se adiciona al té u otras hierbas pectorales y miel de abejas, cura rápidamente los resfriados, la gripe y la tos rebelde.

    CURA DE LIMÓN: Es un método para tratar muchas enfermedades y consiste en la ingestión de una dosis de limones que ve en aumento gradualmente, para luego decrecer. El paciente debe de tomar el jugo de dos o tres limones el primer día, el segundo día tomará cuatro, así sucesivamente hasta alcanzar la cantidad de doce limones en un día. Cuando se ha llegado a esta cantidad se va reduciendo gradualmente, en uno o dos limones, hasta llegar a la cantidad inicial, con lo que la cura ha terminado. Pero en este caso para asegurar el éxito y no aumentar el mal, el limón ha de tomarse en ayunas. En invierno se toma menos cantidad que en verano, no combinar con cereales, parí, manteca y proteínas animales o dejando que pase un tiempo prudencial para una neutralización completa.

    LIMÓN ENTERO: Debido a la dificultad, y en especial para un enfermo, el poder comer un limón entero en su estado natural, se muele la fruta que da por resultado una pasta de la consistencia de un flan, se endulza con un poco de miel y se disuelve en agua. Para obtener mejor resultado se corta la fruta, en trozos, sacando las semillas, utilizando coladores, de los más gruesos a los más finos, pasando la pulpa, reduciendo esta a una masa fina. De no ser posible hacer lo anterior puede utilizarse limones cocidos al horno. Por medio del calor se facilita la extracción del aceite, y se suaviza la corteza. Se empezará tomando la pulpa y el jugo de dos o tres limones diarios, aumentando la dosis hasta llegar a doce. Si la dosis completa produce algún trastorno reducir la cantidad.

OTRAS ALTERNATIVAS DE REMEDIOS CON EL LIMÓN
- Para los trastornos digestivos, es altamente aconsejable tomar una taza de té de hojas del limonero después del         almuerzo y la cena. 

- Si tiene las amígdalas inflamadas, enrojecidas y con fiebre alta, se puede aplicar el limón desde el primer momento de la crisis mediante gárgaras. Se utilizará dos o tres limones los cuales se exprime y se les extrae el jugo con el cual se hacen gárgaras varias veces al día

    Igualmente, se puede, como medida preventiva, una vez al día, principalmente durante los cambios de estación, aplicar compresas con un paño de algodón, bien mojado en zumo de limón caliente. Luego de exprimirlo se aplica en el cuello y se cubre con un paño de lana, para mantener el calor. Renovarlo cuando empiece a enfriarse. 

- En casos de hemorragias nasales, se debe aspirar jugo de limón por la nariz para detenerlas. En esta misma forma se descongestiona la cabeza cuando se sufre un resfriado. 

- Si se tiene gripe, se recomienda hervir 20 gramos de corteza de limón en 1/2 litro de agua. Se toma una taza al acostarse. 

- Si se tiene úlceras, erupciones de la piel, llagas, etc. se puede aplicar jugo de limón sobre las partes afectadas. 

- La corteza rallada, con un poco de azúcar, se convierte en remedio seguro contra las lombrices

- Como dentífrico, el zumo de limón en un vaso de agua caliente quita el sarro de los dientes y acaba con el mal aliento, pero debe tenerse la precaución de enjuagarse bien la boca para eliminar el ácido cítrico que deja el limón, pues este daña el esmalte de los dientes. 

- Para dolores artríticos, reumáticos y en caso de golpes, se puede masajear con el limón partido por la mitad las áreas donde se siente dolor. 

- Con el fin de oxidar y eliminar las grasas que obstaculizan el trabajo del corazón, se debe tomar jugo de limón en agua caliente media hora antes de las comidas. 

- Para calmar los nervios y conciliar el sueño, se debe tomar en la noche, un té de las flores del limón haciendo hervir una cucharada sopera de flores en una taza de agua durante dos minutos.

ENJUAGUE CAPILAR DE LIMÓN
    Si de brillo capilar hablamos, una buena receta es esta, que consiste en un sencillo enjuague de limón para el pelo. Allí, además, se añade el vinagre de manzana, otro elemento que puede favorecer la vistosidad del cabello. Por eso mismo, no tienes más que intentarlo si es lo que andabas buscando.

Ingredientes:
El zumo de medio limón
Dos cucharadas de vinagre de manzana
Una taza de agua

    Preparación: Toma un frasco de vidrio, donde colocarás el zumo de limón, el vinagre de manzana y también el agua. Agítalo bien hasta que los ingredientes se integren por completo entre sí.


   Posteriormente, a la hora de su utilización, no te resultará para nada complicado. Simplemente lava tu cabello como lo haces habitualmente y después aplica este enjuague capilar de limón, dejándolo actuar unos 15 minutos antes de retirar con agua fría. Verás que tras un par de aplicaciones semanales tu pelo lucirá con más brillo y vida.

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